Lo que necesitas saber sobre las Elecciones en el BPS

Ramón Ruiz -lista 11-, de vasta trayectoria sindical, va por la reelección, y basa sus diferencias con la competencia sobre todo en la “capacidad y experiencia” del equipo de trabajo que conduce. “Conocemos las necesidades de los trabajadores, sus reclamos, y sabemos cómo se siente la gente y lo que la gente espera y quiere de la seguridad social”. También sostiene que cuenta con una red nacional de “150 compañeros de todos los sectores de la actividad” que ayudan en la conexión con la sociedad civil en varios sentidos, y que está rodeado de personas con “conocimiento” específico sobre seguridad social, como Hugo Bai y Gabriel Salsamendi.

Entre los puntos a favor de su gestión, Ruiz destaca haber solucionado el reclamo de los cincuentones, ese grupo de personas que se vio afectado negativamente por la reforma de 1995 y se afiliaron a las AFAP. “Se terminó presentando un proyecto que elaboramos los trabajadores y el Pit-Cnt, pero en particular este equipo”. Y, también, “que hoy pueda decirse que todos tengan prótesis y lentes, y haya maestros y profesores que tengan el derecho a usar cristales o armazones, porque esta gestión se comprometió a ello”.

El candidato Luis Lisboa, funcionario del BPS y líder de la lista 16, intentará ir por la revancha contra Ramón Ruiz -con quien perdió las últimas elecciones-, ahora con el apoyo de Un Solo Uruguay. Entiende que la actual gestión del organismo “ha cumplido un ciclo” y que la principal falla de los actuales directores sociales es que hoy no son “la puerta de entrada de los planteos que hace la sociedad civil al directorio (…) Hemos recorrido el país y vimos cómo llueven las críticas al BPS, pero no se hacen los cambios, y los representados ni siquiera conocen a sus representantes, lo cual está bastante mal, ¿no?”, se pregunta Lisboa.

Entre otras acusaciones, el candidato de los trabajadores por la oposición cuestiona que no haya habido una auditoría tras la estafa en 2017 contra el Fondo Nacional de Salud mediante una maniobra que involucró al BPS. “Hubo corrupción y mala administración” dice Lisboa, que anuncia que, de ganar, impulsará que el organismo se aboque a sus tareas específicas. “¿Tiene sentido que se construyan viviendas para jubilados y se las deje en condiciones deplorables, o es más conveniente que de eso se encargue el Ministerio de Vivienda?”, pone de ejemplo.

Sixto Amaro, que dedicó su vida al trabajo frigorífico y la dirigencia sindical, intenta una segunda reelección. El candidato de la Organización Nacional de Jubilados y Pensionistas del Uruguay tiene entre sus objetivos mejorar el poder adquisitivos de los jubilados, cuyos ingresos hoy han perdido valor en los ajustes por inflación. Pero sobre todo subraya la “continuidad” de algunas políticas públicas. Y, en concreto, pone dos ejemplos. Resalta así la Operación Milagro, por la cual “ya ha habido 110.000 operaciones de ojos” que ha permitido “que a mucha gente se le devuelva ese derecho humano a ver”. Y destaca el Plan Ibirapitá, por el cual incluyó a “muchas personas mayores en un mundo digital (…) Hoy hay más de 200 mil táblets que están en manos de jubilados; hemos aprendido a acceder a cuestiones que muy pocos creíamos poder hacer, nos comunicamos en el peor momento de la pandemia con familiares y conocidos de otros departamentos o de fuera del país”, valoró Amaro en ese sentido, que insistió en los beneficios de la digitalización: “Accedimos a lecturas de libros y a una biblioteca que es un tesoro literario, además de que aprendimos a realizar trámites, como pagos a organismos del Estado o comunicarnos con el propio BPS”.

Virgina Vaz representa a Un Solo Uruguay, pero en ese sentido hace una salvedad: “Somos los únicos que vamos con una lista del movimiento, porque los otros fueron con un sindicato o en nombre de una cámara, que tienen personalidad jurídica”. Para eso, tuvo que juntar firmas y presentarlas a la Corte Electoral, una campaña anticipada que, según cuenta “sirvió para movilizar a la gente y enterarla”. Y en esa campaña ya vio que lo que primaba era la “desinformación” sobre estas elecciones. “A cada uno al que le pedimos la firma tuvimos que explicarle para qué era”, lamenta. Es la “primera vez” que hay una puja entre más de una lista en el orden de los pasivos, destaca Vaz, arquitecta de Cerro Largo y jubilada de la actividad rural, que también subraya que su propuesta se basa en conectar con la gente “saliendo al territorio (…) Hay gente que tiene problemas para tramitar su jubilación o que no entiende por qué se le quitó la pensión, y tiene que haber un representante escuchando para solucionar esos problemas”, afirma, y agrega, en línea con los otros candidatos de su grupo, que se buscará mejorar “una pésima gestión” de los directores sociales.

Héctor Morales solo piensa en “trabajar hasta el último día” para tratar de ganar estas elecciones. “No por nosotros, sino por los pobres jubilados y pensionistas de este país, y en defensa de la seguridad social”, dice el candidato de la Coordinadora de Jubilados y Pensionistas del Uruguay, que no tiene el apoyo de ningún partido o movimiento, ya que “los gobiernos no se fijan en el color político para matar de hambre a los jubilados”, agrega este postulante, en un tono combativo y que define así a su grupo: “Somos una organización de viejos pobres; no tenemos un peso como las otras listas”. Sobre su plataforma, Morales enumera un rechazo generalizado al sistema previsional tal como rige hoy en Uruguay. “Estamos en contra de la reforma que se hizo, en contra de las AFAP, de la reducción de las exoneraciones a las grandes transnacionales”. Y agrega: “Los jubilados pasan hambre; queremos una jubilación que alcance para una canasta básica familiar media, y dinero hay, es mentira que falta; si se derogan las AFAP la plata de los trabajadores volvería al BPS”, dice Morales, que anticipa que, de ser electo, va a “golpear la mesa del directorio” del organismo.

Lo primero que señala Marcelo Ríos -dedicado a un estudio contable y a la gerencia empresarial- es que el único objetivo que persigue su lista, la 22, es defender el interés de los empresarios. El grupo está integrado por “más de 100 cámaras empresariales y agrupaciones monotributistas” y representa la continuidad, porque ocupan el directorio desde hace 15 años. Tienen el respaldo de prácticamente todas las cámaras empresariales y centros comerciales, y el proyecto político se puede resumir así: “Creemos en la seguridad social de este país, que es envidiada por el resto del mundo, pero tenemos que trabajar para fortalecerla, así como también fortalecer el combate a la informalidad, ya que es necesario incorporar más gente al sistema”. Y, en ese sentido, agrega: “Tenemos que fiscalizar, o motivar a los que no están registrados”. El candidato por el sector de los empresarios asegura también que su objetivo será “tender puentes” con todos, y “estar cerca de los empresarios, y en un rápido resumen de su plataforma, recuerda otro objetivo concreto: “Tenemos que seguir trabajando contra el abuso de las certificaciones médicas”.

Candidato del movimiento Un Solo Uruguay, José Pereyra, presidente de la Cámara Empresarial de Maldonado, afirma enseguida que cuando piensa en el BPS se le viene a la mente “un organismo que todos reconocen que está en muy malas condiciones, en una situación financiera muy compleja, con jubilaciones y pensiones que son de hambre, y nadie se hace responsable”. Atribuye gran parte del fracaso del organismo a la gestión que han llevado adelante a lo largo de los últimos años los tres directores sociales, y que ahora, en las recorridas que hace por el país en el marco de la campaña, ha constatado que el hecho de que el BPS “funciona muy mal” es un reclamo popular. “Nos juntamos unas cuantas gremiales pequeñas, y con Un Solo Uruguay, armamos una grilla de tres candidatos para proponer una alternativa, porque por primera vez los que hoy están en el directorio y representan al statu quo tendrán que ponerse a trabajar por lo menos electoralmente”, dice Pereyra, que rechaza también que solo el 31% del presupuesto anual del BPS se destine para el pago de jubilaciones. “El 55% restante no tiene nada que ver con funciones del BPS. ¿Se puede pagar mejores jubilaciones? Por supuesto, pero el problema es la gestión”, concluye el candidato.